comemos
cada día. El asunto depende de dos
cosas: Qué comemos y qué clase de microbios habitan en nuestro tubo digestivo. Pudiéramos
decir que los alimentos más directamente relacionados con casi todas las
enfermedades
humanas son los refinados y los cadáveres de animales enfermos. Los alimentos refinados
porque son expresamente empobrecidos en vitaminas, enzimas, minerales y fibras.
Todo lo cual, de por sí ya anuncia numerosas alteraciones en el funcionamiento
normal del organismo. El problema se complica cuando ponemos a vivir en nuestro
tubo digestivo a numerosos microbios causantes de la destrucción de los
aminoácidos y su transformación en terribles
toxinas.
Al ingerir carnes que, naturalmente, contienen a los microbios de putrefacción
numerosas personas crían en su intestino microbios de putrefacción, los cuales
no pertenecen a la flora intestinal normal y sana. Esos microbios, como los
Clostridios, Proteus, Estafilococos, E. coli e
incluso,
algunos parásitos protozoarios, como amibas, son normales en el suelo, donde
están esperando a cualquier cadáver para
descomponerlo. Dichos microbios, repito, se encuentran en los cadáveres en
descomposición, pero también podemos encontrarlos en el intestino y heces de
animales predadores (carnívoros cazadores) y en los necrófagos o carroñeros
(consumidores
de cadáveres) como los zamuros, buitres y hienas, por ejemplo.
UNA FÁBRICA DE
NUTRIENTES:
Las
heces de los animales fitófagos o consumidores de plantas, tales como vacas,
chivos, monos, caballos, etc., contienen bacterias de FERMENTACIÓN las cuales
no producen gases de mal olor y viven en
simbiosis con el animal en cuyo intestino se hospedan. Estas bacterias FERMENTADORAS
fabrican vitaminas importantes como la B12, D y otras, aminoácidos esenciales,
enzimas y otros nutrientes, siempre y cuando se alimenten con los residuos de frutas,
semillas y hojas que les lleguen.
AUTO INTOXICACIÓN
CRÓNICA:
En
cambio, los microbios PUTREFACTIVOS destruyen vitaminas, proteínas y aminoácidos,
transformándolos en toxinas, tales como HISTAMINA, causante de alergias,
AMONÍACO y ÁCIDO ÚRICO, relacionados con la artritis y reumatismo, TIRAMINA,
toxina ésta que irrita al Sistema Nervioso, produce angustias, taquicardias y
baja las defensas; lo mismo que la CADAVERINA, PUTRESCINA y otras, que
envenenan y desnutren nuestro organismo. También
de
la putrefacción intestinal se derivan sustancias como FOSFATO, URATO, OXALATO y
carbonato, que roban calcio y causan la OSTEOPOROSIS.
SON PROTECTORAS DE LA
MUCOSA INTESTINAL:
Las
bacterias de la fermentación producen ácido láctico, por eso las llaman
lactoacidófilas, el cual inhibe la reproducción de cualquier microbio
putrefactivo que pueda entrar accidentalmente a sus vías digestivas.
Normalmente, ningún animal fitófago (consumidor de frutas, semillas y hojas)
posee microbios de putrefacción. Es como una guerra entre microbios. Las
bacterias de la fermentación, por lo tanto actúan como protectoras del tubo
digestivo en los
animales
herbívoros y frugívoros contra parásitos y cualquier bacteria, parásito u hongo
que accidentalmente se aloje allí. Las bacterias fermentadoras más importantes
son: las bífidobacterias y los lactobacilos acidófilos, que son las que más
fácilmente se cultivan en el yogurt.
SON ALCALINIZANTES DE
LA SANGRE
Es
importante hacer notar que en los animales fitófagos o vegetarianos, la materia
fecal sana tiene un pH ácido, mientras que en los carnívoros el pH es alcalino.
Pero esto también tiene una explicación importante: la digestión fermentativa
hace que las sustancias alcalinas se absorban y pasen a la sangre. Allí entra
calcio, hierro, cobre, magnesio, sodio, vitaminas, y una lista muy larga de
nutrientes. Por eso se dice también que los microbios fermentadores ayudan a alcalinizar
la sangre.
SON ACIDIFICANTES DE
LA SANGRE:
En
cambio, los microbios putrefactivos retienen los álcalis y envían hacia la
sangre toda clase de sustancias nocivas de naturaleza ácida y con
características de agresivos radicales libres.
EN SÍNTESIS:
La
putrefacción intestinal y el estreñimiento son la causa común a enfermedades muy diversas, como anemia, decaimiento, dolores de cabeza,
colitis, artritis, lupus eritrematoso y
otras enfermedades autoinmunes, amigdalitis,
apendicitis, acné, alergias de todo
tipo, OSTEOPOROSIS y tumores... en especial
los de tipo CÁNCER.
Donnato de la O: Consultor Holonómico y Maestro Trofólogo desarrollador e
innovador en la ciencia de Trofología, con más de 30 años.
Shalom.
Javier Reyes
Bible prophecy.