Introducción.
Apocalipsis
17:1-2.- Vino entonces uno de los siete
ángeles que tenían las siete copas, y
habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran
ramera, la que está sentada sobre muchas
aguas; 2.- con la cual han fornicado
los reyes de la tierra, y los moradores
de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
el
libro de revelación, es una revelación del Dios todo poderoso que es el Dios de
Abraham, Isaac, Jacob, que fue entregado a Jesucristo y por medio de un ángel
se la entrego a siervo al apóstol Juan.
Apocalipsis
1:1.- La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto; y la declaró
enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
Bienvenidos
al siguiente estudio de apocalipsis, sobre la gran ramera y una ramera en
términos bíblicos, es aquella entidad, que algunas vez creyó y sirvió a Dios,
pero que se volvió una prostituta por servir al dios místico de la muerte
(Satanás) a dioses paganos , los verdaderos judíos, no adoran al dios tuerto
(Mason), tanto el Vaticano Romano y los judíos Masones, profesan al dios
tuerto. pero
hay una diferencia, que el poder papal, lo enseña como Cristo solar y el judío
Mason la adora tal como es realidad.
es
por eso apocalipsis, le aplican a estos dos poderes como la gran ramera, y es
que la antigüedad estas dos instituciones tanto la roma pagana y la altos
mandos de la Jerusalén terrenal persiguieron a los cristianos del siglo 1 y
esto de la Masonería no es algo nuevo, está presente en la época de Jesucristo
y había contaminado a los judíos de
aquella época.
la
gran ramera siempre se la asociado al Vaticano Romano, vamos estudiar este gran
misterio y habiendo visto los estudios correspondientes sobre el gran poder la
bestia y estudiado el poder la Masonería quienes están en la cabeza
cabalísticamente hablando, vimos la necesidad de estudiar apocalipsis,
referente a este gran poder, que será el gran cuartel de la bestia, y me estoy
refiriendo a la "JERUSALEN TERRENAL" donde los judíos Masones, están
empeñados en traer al Mesías que ellos tanto añoran.
Video donde claramente el Vaticano invoca a lucifer el dios tuerto Masón de los judíos Masones y iluminati, es que son los mismo poderes, perseguidores de los Cristianos del siglo 1, desde hace mas de 2000 años atrás que fue la roma pagana, ahora la nueva roma, que es el Vaticano (en el minuto 27:30). Escuchad el canto, en Latín y luego traducido al español.
Video donde claramente el Vaticano invoca a lucifer el dios tuerto Masón de los judíos Masones y iluminati, es que son los mismo poderes, perseguidores de los Cristianos del siglo 1, desde hace mas de 2000 años atrás que fue la roma pagana, ahora la nueva roma, que es el Vaticano (en el minuto 27:30). Escuchad el canto, en Latín y luego traducido al español.
Flammas eius Lucifer matutínus invéniat:
ille, inquam, Lucifer, qui nescit occásum.
Christus Fílius tuus,
qui, regréssus ab ínferis, humáno géneri serénus illúxit,
et vivit et regnat in sæcula sæculórum.
Español:
Flaming Lucifer se encuentra la humanidad,
Yo digo: ¡Oh Lucifer que jamás será vencido,
Cristo es su hijo
que volvió del infierno, derramó su luz tranquila y vive y reina en el mundo sin fin.
Yo digo: ¡Oh Lucifer que jamás será vencido,
Cristo es su hijo
que volvió del infierno, derramó su luz tranquila y vive y reina en el mundo sin fin.
la verdadera Jerusalén descenderá del
cielo y en ella habitaran solo los santos, los verdaderos conversos en el Señor
Jesucristo. los que nos se vendieron al dios baal, al dios tuerto iluminate y Católico que es un cristo solar. o al dios extraterrestre de la Nueva Era o Comando Galáctica.
Apocalipsis
21:1-3.- Vi un cielo nuevo y una tierra
nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no
existía más.2.- Y yo Juan vi la santa ciudad,
la nueva Jerusalén, descender del
cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido.3.- Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
y
nos sigue diciendo apocalipsis.
Apocalipsis
21:8.- Pero los cobardes e
incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
apocalipsis
nos está diciendo que quedaran fuera todo aquellas personas que practiquen
estas características que menciona el libro de revelación y solo habitaran en
la nueva Jerusalén los siervos los verdadero conversos en el Señor Jesús. los
demás incluyendo judíos si no acepta al Mesías no pertenecerán ni habitaran en
la nueva Jerusalén. " porque Jesús dijo en Juan
14:6-7 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí. 7.- Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto."
así
que Dios no escatimo cual es la camino a seguir y esto es para todo el mundo y
a declarar el Mesías esta palabras puso de cabeza todas las religiones y es por
eso que muchas religiones rechazan al Mesías. por "NO" aceptar estas palabras.
la Gran Ramera de Apocalipsis.
El
libro de Apocalipsis nos presenta dos grandes ciudades, antitéticas entre sí:
Babilonia y la Nueva Jerusalén. Como veremos en un capítulo posterior, la Nueva
Jerusalén es el paraíso consumado, la comunidad de los santos, la ciudad de
Dios. La otra ciudad, a la que constantemente se la contrasta con la Nueva
Jerusalén, es la antigua Jerusalén, que se ha vuelto infiel a Dios. Si
conociéramos bien la historia hace mas 2000 años atrás, veremos que tanto la
roma y la Jerusalén siempre han sido las dos instituciones se puede decir
amigables en su forma de pensar y destruir al cristianismo y borrarlo de la faz
de la tierra.
esto
sería evidente, porque la mayor parte
del lenguaje que describe a "Babilonia" ha sido tomado de otras
descripciones bíblicas de Jerusalén. pero la Roma disfrazo a los dioses babilónicos
como santos cristianos, ya que estos mismos santos son los mismos paganos,
mientras Jerusalén, que si servía al verdadero Dios, esta se corrompió en gran
manera, y es por eso que se le aplica la gran prostituta de apocalipsis.
Consideremos algo de la información que Juan
proporciona sobre esta perversa ciudad y que sus altos dirigentes adoran al
dios tuerto, tanto el Vaticano Romano y los judíos Masones adoran al dios
tuerto. al dios iluminati.
Primero
haremos notar que el Apocalipsis dice que la Gran Ramera es una GRAN CIUDAD, no
una INSTITUCIÓN, de modo que desde ahí, no puede ser la Iglesia Católica.
¿Será, por lo menos, la Ciudad del Vaticano?
El
Vaticano no es una "Gran Ciudad" (ocupa tan solo 0.44 kms.
cuadrados), y de ningún modo está asentado sobre siete colinas, ya que se ubica
al Oeste del río Tíber, mientras que las siete colinas de Roma están asentadas
al Este del Tíber:
simbolo Mason / Judios Mason
¿Es posible que la Gran Ramera sea Jerusalén?
Y
a pesar de que Jerusalén tiene esa relación, no puede ser la mujer que cabalga
la bestia, puesto que no está edificada sobre siete montes.
La
presunción inicial de que sus "conclusiones son irrefutables", no
parece estar bien justificada. Jerusalén también en otro tiempo era "la
ciudad de las siete colinas":
E
n la cultura oriental a la que pertenece San Juan, Jerusalén era conocida como
“la ciudad de las siete colinas” (Pirke de-Rabbi Eliezer, Sección 10).
Estas
colinas son:
1-
"Escopus", 2-"Nob", 3-“el Monte de la Corrupción” o “el
Monte de la Ofensa” o “el Monte de la Destrucción” (2 Reyes 23,13), 4- El
original “monte Sión”, 5-la colina Suroeste también llamada "Monte
Sión", 6- el "Monte Ofel", y 7- “La Roca” donde se construyó la
fortaleza “Antonia”. El número siete significa perfección.
Otros
pasajes del Apocalipsis también se refieren a Jerusalén como la Gran Ciudad en
forma condenatoria:
Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que
simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue
crucificado. (Apocalipsis 11,8.).
La
ciudad donde " de fue Jesucristo crucificado" no puede ser sino
Jerusalén. También en Jerusalén la persecución de la Iglesia ocurría bajo la
autoridad de Roma. Allí la ramera cometió las más grandes abominaciones: la
crucifixión del Redentor, la destrucción del Templo.
Además,
la riqueza coincide más con la Roma pagana o la Jerusalén apóstata, ambas
centros económicos claves.
Pero
la Roma pagana y la Jerusalén apóstata coinciden con la descripción de la
ciudad embriagada con la sangre de los santos y los mártires de Jesús. Y ya que
fueron notorios perseguidores de Cristianos, el público original habría
automáticamente pensado en una de estas dos como la ciudad que persigue
Cristianos, no una Roma Cristiana nunca soñada que estaba a siglos en el
futuro.
Incluso
podría ser un dominio político, dado que Jerusalén era el centro del poder
político en Canaán y, bajo la autoridad de los romanos, gobernaba una
considerable cantidad de territorios y pueblos menos poderosos. En tal caso
"los reyes de la tierra [tierra: planeta Tierra]" serían "los
reyes de la tierra [tierra: territorios cercanos a Israel]" (la expresión
griega puede traducirse de ambas formas, como la castellana). Tales gobernantes
locales de la tierra de Canaán naturalmente estarían resentidos con Jerusalén y
desearían cooperar con los Romanos en su destrucción, exactamente lo que la
historia dice que hicieron. Pueblos locales no judíos fueron usados por los
romanos en la captura de Jerusalén.
EL Vaticano Romano no está construido sobre 7 colinas.
La
palabra griega en este pasaje es horos. De las sesenta y cinco ocurrencias
de esta palabra en el Nuevo Testamento, solo tres son vistas como “colina” en
la versión del Rey Jaime. Las restantes sesenta y dos son traducidas como
“montaña” o “monte”. Las Biblias modernas tienen similares proporciones. Si el
pasaje expresa que la Ramera se sienta en “siete montañas”, podría referirse a
cualquier cosa. Las montañas son símbolos bíblicos comunes, a menudo simbolizan
reinos enteros (Cf. Sal 68:15; Dan
2:35; Amos 4:1, 6:1; Abdías 1, 8-21). Las sietes montañas de la Ramera
pueden ser siete reinos sobre los que reinó, o siete reinos que tenían algo en
común con ella. El número siete también puede ser simbólico, frecuentemente
representa completo en la Biblia. Si esto es así, las siete montañas puede
significar que la Ramera reinó sobre todos los reinos de la tierra.
Haciendo
la distinción entre Roma y el Vaticano –la ciudad donde la Iglesia Católica
tiene su sede actualmente- La Ciudad del Vaticano no está construida sobre
siete colinas, sino sólo sobre una colina, a saber, la colina del Vaticano, que
ni siquiera es una de “las siete” sobre los que la antigua Roma fue construida.
Estas colinas están al este del río Tíber; la colina del Vaticano esta al
oeste.
El
simbolismo del adulterio espiritual no se usa de ordinario con respecto a las
naciones paganas, que no conocen a Dios, sino siempre acerca del pueblo que
lleva exteriormente el nombre de Dios, mientras, en realidad, está adorando y
sirviendo a otros dioses».
Y
según esto, a Israel, el Pueblo de Dios, no se le puede llamar
"Prostituta". Antes contemplábamos la posibilidad de que fuera
Jerusalén la Prostituta. Para ello, nada mejor que examinar todo el capítulo 16
del Libro del profeta Ezequiel:
Ezequiel 16:20-25.- Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado
a luz para mí, y los sacrificaste a
ellas para que fuesen consumidos. ¿Eran
poca cosa tus fornicaciones, 21.- para que degollases también a mis hijos y los
ofrecieras a aquellas imágenes como ofrenda que el fuego consumía? 22.- Y con
todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de
tu juventud, cuando estabas desnuda y
descubierta, cuando estabas envuelta en
tu sangre. 23.-Y sucedió que después de toda tu maldad (¡ay, ay de ti!
dice Jehová el Señor), 24.- te edificaste lugares altos, y te hiciste altar en todas las plazas. 25.- En
toda cabeza de camino edificaste lugar alto,
e hiciste abominable tu hermosura,
y te ofreciste a cuantos pasaban,
y multiplicaste tus fornicaciones.
La
diferencia entre las alusiones de la palabra PROSTITUTA, es que Apocalipsis 17
y 18 no dice qué ciudad es la Prostituta, mientras que Ezequiel 16 dice con
toda claridad que Jerusalén es la Prostituta.
La
misma conclusión se obtiene en Apocalipsis 17: Se refiere a la Roma de aquellos
tiempos, o bien a la Jerusalén de aquellos tiempos. Ambas ciudades, en la época
en que el apóstol Juan escribe el Apocalipsis, eran centros de persecución
contra los cristianos, ambas tenían la referencia de las "siete
colinas", y eran ricas por ser grandes focos comerciales.
Las "aguas" sobre las que está sentada la Gran Ramera:
Se pone
aquí de relieve el gran poder (espiritual, moral, político, económico) que la
Iglesia apóstata ejerce y, especialmente, ejercerá al fin de los tiempos con el
apoyo del Anticristo y sus fuerzas. «La Iglesia apóstata - -- será ecuménica.
" una sola religión mundial" " Esa es la pregunta"
El
Apocalipsis en ningún momento dice que la Gran Ramera es "la iglesia
apóstata". Lo que dice es que la Gran Ramera es "la gran ciudad que
tiene soberanía sobre los reyes de la Tierra" (Apocalipsis 17:18). Roma
coincide con esa descripción. En Roma se centraban los poderes imperiales, el
emperador, el Senado, la Guardia Pretoriana y los cónsules. También los dictadores
como Julio César y Sila, no se consideraron satisfechos hasta no entrar a la
Ciudad Eterna con sus legiones -durante las Guerras Civiles-.
el color purpura y Escarlata.
esto son
unos de los colores, que se identifica a la gran ramera de apocalipsis, y
plenamente es identificado en el poder papal, pero lo que no han sabido, es que
la roma pagana y la Jerusalén, (judíos) estaba en alianza, y fueron un gran
poder perseguidor a los cristianos del siglo 1. y también estos colores también
son característica de la Jerusalén terrenal.
la
identificación de la Esposa como la Nueva Jerusalén (Ap 3;12, 21:2-10) sugiere
que la Ramera puede ser la antigua Jerusalén apóstata –un contraste usado en
otra parte de la Escritura
(Gal
4, 25-26).
Dios
ordenó que el hilo y la lana escarlata serían usados en las ceremonias
litúrgicas (Lev 14:4; 6, 49-52; Num 19:6), y que Dios ordenó que las vestiduras
de los sacerdotes fueran hechas con hilo púrpura y escarlata (Ex 28: 4-8, 15,
33, 39;39;1-8,24,29).
¿Oro, piedras preciosas y perlas?.
los
utensilios dorados y las piedras preciosas siempre han sido utilizados por la Jerusalén,
tal como lo dice la escritura: religión desde los tiempos del antiguo Israel
–otra vez por orden de Dios (Ex
25:38-40, 37:23-24; Números 31:50-51; “ Crónicas 24:14);
Primero,
se nos dice que ella es "la gran ramera ... con la cual han fornicado los
reyes de la tierra" (Apoc. 17:1-2). Esta llamativa descripción de una
ciudad-ramera que fornica con las naciones procede de Isaías 57 y Ezequiel 16 y
23, donde Jerusalén es representada como la Esposa de Dios que se ha vuelto
prostituta. El pueblo de Jerusalén había abandonado la verdadera fe y se había
vuelto a los dioses paganos y a las naciones impías en busca de ayuda, más bien
que a la confianza en Dios para que fuese su protector y libertador. Usando
lenguaje tan explícito que la mayoría de los pastores no quieren predicar sobre
estos capítulos, Ezequiel condena a Jerusalén como una ramera degradada y
lasciva. "Abriste tus piernas a cualquiera que pasaba, y fornicaste sin
cesar" (Eze. 16.25). Juan ve a la ramera sentada en un desierto, un
símbolo que ya hemos considerado bastante como imagen de la maldición; además,
la imagen específica de Jerusalén como ramera en un desierto se usa en Jeremías
2-3 y Oseas 2.
La
ramera en el desierto, dice Juan, está sentada sobre la bestia (Apoc. 17:3),
representando su dependencia del Imperio Romano para su existencia nacional y
poderío; por el testimonio del Nuevo Testamento, no hay duda de que Jerusalén
estaba, política y religiosamente, "fornicando" con el imperio
pagano, cooperando con Roma en la crucifixión de Cristo y la persecución
homicida de los cristianos. Desarrollando aun más este aspecto del simbolismo,
un ángel le dice a Juan más sobre la bestia: "Las siete cabezas son siete
montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos
han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que
dure breve tiempo" (Apoc. 17:9-10). Los "siete montes"
nuevamente identifican la bestia como Roma, famosa por sus "siete
colinas"; pero éstas también corresponden a la línea de los Césares. Cinco
han caído: los primeros cinco Césares eran Julio, Augusto, Tiberio, Calígula,
Claudio. Uno es: Nerón, el sexto César, estaba en el trono cuando Juan escribía
el Apocalipsis. El otro ... debe permanecer breve tiempo: Galba, el séptimo
César, reinó durante siete meses.
El
nombre simbólico dado a la ramera era Babilonia la grande (Apoc. 17:5), un
recordatorio de la ciudad del Antiguo Testamento que era el epítome de la
rebelión contra Dios (ver Gén. 11:1-9; Jer. 50-51). Esta nueva y mayor
Babilonia, la "madre de las rameras", está ebria con la sangre de los
santos, y con la sangre de los testigos de Jesús" (Apoc. 17:6). Más tarde,
Juan nos dice que "en ella se halló la sangre de los profetas y de los
santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra" (Apoc. 18:24).
Esta afirmación suena familiar, ¿verdad? Viene de un pasaje que hemos
considerado varias veces antes: la condena de Jerusalén por Jesús.
Por
tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos
mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y
perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre
justa que se ha derramado sobre la tierra ... (Apoc. 18:24). De cierto os digo
que todo esto vendrá sobre esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a
los profetas, y apedreas a los que te son enviados! (Mat. 23:34-37).
Históricamente,
Jerusalén es la que siempre había sido la gran ramera, cayendo constantemente
en la apostasía y persiguiendo a los profetas (Hech. 7:51-52); Jerusalén era el
lugar donde los profetas eran asesinados (Lucas 13:33). No podemos captar el
mensaje de Apocalipsis si no reconocemos su carácter central como documento de
pacto, legal; como los escritos de Amós y otros profetas del Antiguo
Testamento, Apocalipsis representa una demanda de pacto, que acusa a Jerusalén
de violar el pacto y declara su juicio.
Juan
recuerda que los "diez reyes", los gobernantes sujetos al imperio, se
unen a la bestia contra Cristo: "Estos tienen un mismo propósito, y
entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el
Cordero" - ¿y cuál será el resultado?
"Y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de
reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles" (Apoc. 17:13-14). Juan asegura a la iglesia
que, en su terrible y terrorífico conflicto con el tremendo poder de la Roma
imperial y el poder de la sinagoga de Satanás los iluminados los judíos
ocultistas, la victoria de Cristo está
garantizada.
la Destrucción de Jerusalén en el año 70.
En
este punto, el centro de atención parece cambiar. Dice Juan que, cuando la
guerra entre César y Cristo se caliente, los pueblos del imperio
"aborrecerán a la ramera y la dejarán desolada [ver Mat. 24:15] y desnuda;
y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus
corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la
bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios" (Apoc. 17:16-17; ver
18:6-8). Jerusalén había fornicado con las naciones paganas, pero, en el año 70
D. C., éstas se volvieron contra ella y la destruyeron. Nuevamente, este cuadro
ha sido tomado de los profetas del Antiguo Testamento que hablaban de Jerusalén
como ramera: habían dicho que, así como la hija del sacerdote que se había
vuelto ramera debía ser "quemada con fuego" (Lev. 21:9), así también
Dios usaría a los anteriores "amantes" de Jerusalén, las naciones
paganas, para destruirla y quemarla hasta los cimientos (Jer. 4:11-13, 30-31;
Eze. 16:37-41; 23:22, 25-30). Sin embargo, vale la pena observar que la bestia
destruye a Jerusalén como parte de su guerra contra Cristo; los primeros
historiadores informan que el motivo de los líderes romanos para destruir el
templo era, no sólo destruir a los judíos, sino borrar el cristianismo. ¡La
bestia pensaba que podía matar a la ramera y a la Esposa de un solo golpe!
Pero, cuando el polvo se asentó, la estructura de la Jerusalén antigua y
apóstata yacía en ruinas, y la iglesia quedó revelada como el templo nuevo y más
glorioso, la eterna morada de Dios.
prioridad de pacto.
Juan
nos dice que la ramera "es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la
tierra" (Apoc. 17:18). Este versículo ha confundido a algunos intérpretes.
Aunque todas las otras señales apuntan a Jerusalén como la ramera, ¿cómo puede
decirse de ella que blande esta clase de poder político mundial? La respuesta
es que Apocalipsis no es un libro sobre política; es un libro sobre el pacto.
Jerusalén sí reinó sobre las naciones. Tenía una prioridad de pacto sobre los
reinos de la tierra. Rara vez se aprecia lo suficiente el hecho de que Israel
era un reino de sacerdotes (Éx. 19:6), y que ejercía este ministerio en nombre
de las naciones del mundo. Mientras Israel fue fiel a Dios, y ofreció sacrificios
a nombre de las naciones, el mundo estuvo en paz; cuando Israel rompió el
pacto, el mundo quedó envuelto en confusión. Las naciones gentiles reconocieron
esto (1 Reyes 10:24; Esdras 1; 4-7; ver Rom. 2:17-24). Pero, perversamente, las
naciones paganas trataron de seducir a Israel para que cometiera adulterio
contra el pacto - y cuando lo hizo, se volvieron contra ella y la destruyeron.
Ese patrón se repite varias veces, hasta la excomunión final de Israel en el 70
D. C., cuando Jerusalén fue destruida como señal de que el reino había sido
transferido a su nuevo pueblo, la iglesia (Apoc. 11:19; 15:5; 21:3).
Puesto
que Israel debía ser destruido, los apóstoles pasaron gran parte de su tiempo
en los últimos días advirtiendo al pueblo de Dios que se separara de él y se
alineara con la iglesia (ver Hech. 2:37-40; 3:19, 26; 4:8-12; 5:27-32). Este es
el mensaje de Juan en Apocalipsis. La apostasía de Jerusalén ha sido tan
grande, dice Juan, que su juicio es permanente e irrevocable. Ahora ella es
Babilonia, la implacable enemiga de Dios. "Y se ha hecho habitación de
demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y
aborrecible" (Apoc. 18:2). Puesto que Israel rechazó a Cristo, la nación
entera es habitación de demonios, sin ninguna esperanza (ver Mat. 12:38-45;
Apoc. 9:1-11). Por consiguiente, el pueblo de Dios no debía tratar de reformar a
Israel, sino abandonarlo a su suerte. La salvación está en Cristo y la iglesia,
y sólo la destrucción aguarda a los que se ponen de parte de la ramera:
"Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados,
ni recibáis parte de sus plagas" (Apoc. 18:4; ver Heb. 10:19-39; 12:15-29;
13:10-14).
Y
así, Jerusalén fue destruida, para no levantarse más: "Y un ángel poderoso
tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar [ver
Lucas 17:21] diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran
ciudad, y nunca más será hallada" (Apoc. 18:21). Pero
"Jerusalén" todavía está en pie en el siglo veinte, ¿no? ¿Cómo es que
fue destruida para siempre en el 70 D. C.? Lo que esto significa es que Israel,
como el pueblo del pacto, dejará de existir. Jerusalén - como la gran ciudad,
la santa ciudad - no se hallará más. Es verdad que, como hemos visto en Romanos
11, los descendientes de Abraham entrarán al pacto nuevamente. Pero no serán
una nación separada y santa de sacerdotes especiales. Se unirán a los pueblos
del mundo en la multitud de los salvados, sin ninguna distinción (Isa.
19:19-25; ver Efe. 2:11-22). Así, pues, Jerusalén, que abandonó la religión del
pacto y se volvió a un culto demoníaco de hechicería, brujería, y culto al
estado, quedará en la ruina para siempre. Lo que una vez fue un paraíso, nunca
más volverá a conocer las bendiciones del huerto de Edén (Apoc. 18:22-23). y es
por eso que estos judíos pero no lo son, desea reconstruir al tercer templo de Jerusalén,
a pesar de que Dios los destruyo y jamás se volvería levantar de nuevo, están
empeñados en ejecutar ese acto. para volver a los sacrificios antiguos y pero
estos sacrificios no serán reconocidos por Dios, porque el ya ejecuto hace mas
2000 años, que los sacrificios y ofrendas jamás volverían hacer tomados en
cuenta , por el sacrificio de Cristo.
el pueblo de Dios ora por la destrucción Jerusalén.
El
pueblo de Dios había estado orando por la destrucción de Jerusalén (Apoc.
6:9-11). Ahora que sus oraciones son contestadas, la gran multitud de los
redimidos prorrumpe en alabanza antifónica:
¡Aleluya!
Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus
juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha
corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus
siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube
por los siglos de los siglos" (Apoc. 19:1-3; ver 18:20).
Contrariamente
a lo que esperaba Roma, la destrucción de Jerusalén no fue el fin de la
iglesia. En vez de eso, fue el pleno establecimiento de la iglesia como el
nuevo templo, la declaración final de que la ramera ha experimentado el divorcio
y ha sido ejecutada, y que Dios ha tomado para sí una nueva Esposa. El juicio y
la salvación son inseparables. El colapso de la cultura impía no es el fin del
mundo sino su re-creación, como en al diluvio y el éxodo. El pueblo de Dios ha
sido salvado de las fornicaciones del mundo para que se convierta en su Esposa;
y la señal constante de este hecho es la celebración de la comunión en la
iglesia, la "cena de bodas del Cordero" (Apoc. 19:7-9).
Pero
hay otra gran fiesta registrada aquí, la "gran cena de Dios", en la
cual todas las aves carroñeras son invitadas a "comer las carnes de reyes
y capitanes, carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes
de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes" (Apoc. 19:17-18) - todos los
enemigos de Cristo, los que rehusan someterse a su ley. Porque Él cabalga en su
corcel de guerra, seguido por su ejército de santos, conquistando a las
naciones con la Palabra de Dios, el evangelio, simbolizado por una espada que
salía de su boca (Apoc. 19:11-16). Esta no es la segunda venida; es más bien
una declaración simbólica de esperanza, la certeza de que la Palabra de Dios
será victoriosa en todo el mundo, de modo que el gobierno de Cristo será
establecido universalmente. Cristo será reconocido en todas partes como Rey de
reyes y Señor de señores. Desde el comienzo de Apocalipsis, el mensaje de
Cristo a su iglesia ha sido una orden de vencer, conquistar (Apoc. 2:7, 11, 17,
26-28, 3:5, 12, 21); aquí, le asegura a la iglesia sufriente que, a pesar de la
feroz persecución por Israel y Roma, Cristo y su pueblo serán victoriosos sobre
todos los enemigos. El destino de la bestia, del falso profeta, y de todos los
que se oponen al señorío de Cristo es la muerte y la destrucción, en el tiempo
y la eternidad , que es la muerte segunda, destrucción completa.
(Apocalipsis.
19:19-21).
Los
cristianos del siglo primero, rodeados por la persecución y la apostasía,
podrían haberse visto tentados fácilmente a considerar su generación como la
del fin. El gran testimonio de Apocalipsis era que estas cosas no eran el fin,
sino el principio. En el peor de los casos, la bestia y sus co-conspiradores
están meramente cumpliendo los decretos del Dios soberano (Apoc. 17:17). Él ha
ordenado cada uno de sus movimientos, y ha ordenado su destrucción. La naciones
rugen, pero Dios ríe: Él ya ha establecido a su rey en su santo monte, y todas
las naciones serán gobernados por Él (Sal. 2). Toda potestad le ha sido dada a
Cristo en el cielo y en la tierra (Mat. 28:18);
Nota de Bible
prophecy: leemos en este tema, una gran información bíblica, sobre quien es
en realidad la GRA RAMERA apocalipsis y no es de extrañar que hace mas 2000
años Jerusalén y toda su organización religiosa los que están arriba en el
mando, estaba de parte de la Roma Imperial pagana y vemos el mismo lenguaje y quienes
gobiernan Israel actualmente los Masones, los que adoran al Dios tuerto, los
que se dicen ser judíos y no lo son, si no que es la sinagoga de Satanás,
y
esto sabemos cuando el Señor Jesucristo se dirige a la Iglesia de Esmirna, que
pobre materialmente pero tenía un fe muy grande, " Apocalipsis 2:9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza
(pero tú eres rico), y la
blasfemia de los que se dicen ser judíos,
y no lo son, sino sinagoga de
Satanás."
los
que desean instaurar el tercer templo de Jerusalén a toda costa, porque hace
mas 2000 años rechazaron y crucificaron al verdadero Jesús y su propósito mas
en común es Gobernar el mundo y instaurar en Jerusalén al dios tuerto, que es
conocido en la Biblia como el anti-Cristo. el falso Jesucristo. un Cristo
inventado por los judíos Masones y que el poder del Vaticano Romano también
adorar y cree. un Cristo solar, un Cristo Babilonio. un Cristo cósmico.
Shalom
Javier Reyes
Bible Prophecy.