En
esta época de comida chatarra, alimentos manufacturados y agro químicos el tema
de la calidad de los alimentos se ha vuelto cada vez más importante para
aquellos que buscan vidas productivas, vitales y largas. La relación de la
salud y la dieta se vuelve cada vez más profundamente obvia, y más y más
personas están buscando incrementar la calidad de sus alimentos más que nunca.
El mercado para alimentos cultivados orgánicos crece rápidamente, los mercados
de granjeros están proliferando más que nunca conforme más y más de nosotros
están despertando a la necesidad de un estilo de vida alto en productos del
campo para la salud y la longevidad.
Muchos años atrás, el gran educador de la salud T. C. Fry, organizó sus pensamientos sobre cómo hacer las mejores elecciones alimenticias y llegó a estas excelentes guías. Yo he reproducido estas palabras eternas de sabiduría aquí, como un resumen adecuado para este capítulo.
Criterios para seleccionar los alimentos de más alta
calidad
Por T. C. Fry
Primer criterio
¿Puede el alimento
ser consumido en su estado natural? ¿Es el alimento agradable al paladar, es
decir, delicioso?¿Puede ser consumido con un gozo entusiasta en su estado
natural?
Si
un alimento no puede ser consumido con alegría y deleite por individuos en una
buena salud normal que tienen un sentido de gusto no pervertido, entonces el
alimento debe ser considerado de baja calidad. Comer debe ser un deleite al
paladar. Si un alimento entero, fresco, maduro, crudo y orgánico es un deleite
al paladar, entonces es perfecto. Su calidad es reducida acorde con su
reducción en sabor.
Si
el alimento no puede ser ingerido en su estado natural esto es, sin cocinarse,
sin procesarse o de alguna otra forma alterado no pertenece a la dieta del ser
humano. Nosotros los humanos estuvimos por millones de años adaptados a una
dieta obtenida directamente de la naturaleza en su estado natural, crudo y
fresco. No ha habido adaptaciones notadas en la fisiología humana al consumo de
alimentos cocinados, procesados o de otra forma desvitalizados. Esto determina
el carácter de nuestra dieta y también la manera a la cual estuvimos
acostumbrados a ingerirla.
Así
pues, cocinar y procesar alimentos para hacerlos agradables al aladar es
inaceptable para el entusiasta de la salud. La cocción destruye las enzimas
totalmente. Mientras que un individuo saludable va a sintetizar algunas 1.000
enzimas requeridas para la digestión, asimilación y utilización de alimentos,
el cuerpo es dependiente de la acción enzimática de los alimentos para la más
perfecta digestión. Por consecuencia, es absolutamente esencial que nuestros
alimentos tengan su complemento entero de enzimas intactas.
Cocinar
es la peor práctica de “salud” que los humanos hayan jamás adoptado. No sólo
destruye las enzimas sino que perturba y destruye casi todo factor alimenticio
conocido. Cocinar desorganiza, oxida y hace no utilizable el contenido mineral
del alimento. El grupo amino de la proteína del alimento es removido, así pues
dejándolo sin valor para la nutrición humana. Cocinar reduce el valor de un
alimento de su estado saludable todo el camino hasta abajo a cenizas sin valor,
dependiendo del grado de cocción al cual ha sido sujeto.
Dependiendo
del grado en el que la comida ha sido cocinada reducida a minerales
inorgánicos, azúcares y almidones caramelizados, proteínas coaguladas y
deaminadas, grasas venenosas cargadas de acroleína, vitaminas desvitalizadas, y
similares no es sólo inútil, sino que la ceniza se vuelve un residuo tóxico
para el cuerpo.
Que
los alimentos cocinados son venenos en el cuerpo es fácilmente demostrable. Las
células blancas funcionan como conserjes en la sangre. Una cuenta blanca normal
está alrededor de los 3 millones. Si sustancias tóxicas entran al torrente
sanguíneo, la cuenta de células blancas se va a elevar, rápida y
dramáticamente, para poder limpiar la sangre. Después de consumir un alimento
cocinado, la cuenta blanca típica-mente se eleva tan alto como a 15 o 18
millones, e inclusive más. Después de consumir una comida de fruta cruda, no
suele existir una elevación discernible en la cuenta blanca. Así que la regla
es esta: Si no podemos consumir el alimento “crudo,” si no es delicioso y
agradable al paladar en su estado viviente y natural, no es un alimento para
nosotros
Segundo Criterio
¿El alimento introduce sustancias tóxicas y dañinas a
nuestro sistema digestivo?
Si
el alimento es apropiado a la dieta humana no debe contener sustancias nocivas.
No queremos venenos en nuestro sistema, sin importar qué tan pequeños o qué tan
“ligeros.” Cualquier cosa que interfiera con las actividades vitales o destruya
células y tejidos es venenosa para nuestro sistema.
[Nota
del autor: Desde el momento en que se realizó este escrito, la ciencia ha
progresado notablemente. Ahora sabemos que varias toxinas existen inclusive en
los alimentos más preferibles. Terry estaba en lo cierto en este concepto, sin
embargo; sólo su redacción estaba errada. Yo creo que hoy día él reemplazaría
el pensamiento de “no” toxinas con la realidad de “la cantidad más baja
posible.”]
Tercer Criterio
¿Es el alimento de fácil digestión y asimilación?
Los
alimentos a los cuales los humanos estamos adaptados idealmente requieren un
mínimo de nuestra energía vital para su digestión y asimilación. Para que sean
del mayor provecho posible para nosotros, los alimentos deben ser
eficientemente digeridos y asimilados, dando por sentado, obviamente, que
tengamos sistemas digestivos no debilitados.
Los
humanos nos hemos vuelto altamente eficientes en digerir y asimilar alimentos a
los cuales, en la naturaleza, nos adaptamos. Millones de años de desarrollo
hicieron que ciertos alimentos fueran de muy fácil digestión —desarrollamos
constituciones, enzimas y procesos que apropiaran, digirieran y asimilaran
ciertos alimentos con un gasto mínimo de recursos vitales y tiempo.
El
agua y azúcares de la fruta, los cuales forman casi su porción digerible
entera, requieren de virtualmente ninguna digestión en absoluto. Simplemente
requieren absorción. Poco después de su absorción, son muy fácil y rápidamente
asimilados.
Cuarto Criterio
¿El alimento contribuye un amplio rango de nutrientes?
¿El alimento
posee gran valor biológico para nosotros?
A
pesar de que muchos alimentos están bastante completos en su rango de
nutrientes, ninguno es apropiado para una “mono dieta” tal como el pasto lo es
para el ganado. Pero la mayoría de las frutas y verduras son bastante
apropiadas para hacer “mono comidas.” Y, ciertamente, si son combinados
apropiadamente, estos alimentos abastecen de todos los nutrientes que los
humanos necesitamos.
El
objetivo no es que necesitemos de una gran variedad de alimentos en espera de
obtener todos los nutrientes necesarios, sino que comiendo simplemente
permitamos a nuestros cuerpos la oportunidad de digerir fácilmente y asimilar
los alimentos ofrecidos. ¿De qué sirven el rango de nutrientes que colocamos en
nuestros
cuerpos si los ingerimos de manera tal que degradan y entorpecen a nuestro
proceso digestivo? Podemos comprometer la digestión como para fracasar en
obtener el bienestar intencionado. Así pues, penalizaríamos nuestros cuerpos y
les robaríamos de nutrientes también.
Nunca
deberíamos consumir más de 4 o 5 alimentos durante una comida apropiadamente
preparada y combinada. Casi ninguna preparación aparte de la limpieza es
necesaria, pero debemos asegurarnos en comer en combinaciones estrictamente
compatibles. ¡El ideal es un solo alimento por comida! No existe una desventaja
en particular al consumir 2 o 4 diferentes ingredientes por comida si son
compatibles en el sistema digestivo.
Para
realmente simplificar el proceso digestivo y para asegurarnos de una fácil
digestión en una base continua, podemos seleccionar un rango pequeño de
alimentos de acuerdo a la temporada y mantenernos fieles a ellos. Por ejemplo,
podemos tomar un alimento al día de solo plátanos con algo de lechuga y apio y
otra comida de ensalada con cítricos y nueces. Esto puede continuar en una
forma de día tras día en la temporada invernal. En verano podemos tener melones
casi consistentemente por solo una comida y en la segunda comida del día,
mangos, duraznos u otras frutas de verano y una ensalada verde con tomate. El
objetivo es consumir una dieta a la cual estemos adaptados biológica mente que
dé el mayor potencial para una salud magnífica.
Las
hojas verdes poseen el rango más grande y amplio de micronutrientes. Esta una
de las razones principales por la cual debemos consumirlas seguido en nuestra
dieta para la mejor salud. Obviamente el cuerpo es providente no consumirlas en
ocasiones no es particularmente dañino ni es desastroso a menos que no fueran
parte de la dieta por un largo período de tiempo, usualmente meses o más.
Aunque
no deletreemos los contenidos nutricionales de varios alimentos un conocimiento
que no es necesario debiéramos planear nuestras comidas para que podamos
recibir el beneficio de los alimentos que se complementan unos a otros en sus
contenidos nutricionales esenciales en la nutrición humana. Una variedad de
frutas y verduras consumidas a lo largo del año garantizan fácilmente la
suficiencia nutricional.
fuente: libro 80/10/10 del Dr. Douglas Graham pagina 68,69,70.
Shalom
Javier Reyes
Bible prophecy.